El profesor Rafael Reyes del IES CLARA CAMPOAMOR, Lucena (Córdoba) nos envía este comentario sobre su experiencia con El aprendiz de brujo:
Desde hace ya dos cursos trabajo semanalmente con mis alumnos de 1º y 2º de la ESO en clase (lecturas continuadas, resúmenes, dramatizaciones, actividades de comprensión lectora, actividades de investigación al hilo de los contenidos tratados, etc) los distintos cuentos de El aprendiz de brujo. Los resultados son estupendos y a menudo sorprendentes. Es frecuente, por ejemplo, que muchos de ellos se anticipen al ritmo de clase leyéndose por propia iniciativa el libro entero en las primeras semanas, además les entusiasma la idea de poder dirigirse al autor a través del blog.
Por lo demás los comentarios al respecto de otros compañeros que lo emplean tanto en la asignatura de Lengua como en la de Cultura Clásica e incluso en Refuerzo de Lengua y el ámbito sociolingüístico de Diversificación están en la misma línea.
Así queda demostrado que para fomentar la lectura no hay por qué recurrir necesariamente a las estrambóticas aventuras de una adolescente con piercings o a las imposibles peripecias de una pandilla de jóvenes detectives.
En suma, con los relatos de esta acertada antología no sólo he conseguido darles a conocer una visión más cercana y amable de las civilizaciones griega y latina como fundamento de nuestra propia cultura, sino también animarlos a leer y comprobar que valores como la lealtad, la generosidad, el desprecio por la ambición o el respeto por los animales, tan desgraciadamente inusuales en nuestros días, aún pueden rescatarse en sus pequeños corazones.
!Enhorabuena y a por otro, Fernando!"
Por lo demás los comentarios al respecto de otros compañeros que lo emplean tanto en la asignatura de Lengua como en la de Cultura Clásica e incluso en Refuerzo de Lengua y el ámbito sociolingüístico de Diversificación están en la misma línea.
Así queda demostrado que para fomentar la lectura no hay por qué recurrir necesariamente a las estrambóticas aventuras de una adolescente con piercings o a las imposibles peripecias de una pandilla de jóvenes detectives.
En suma, con los relatos de esta acertada antología no sólo he conseguido darles a conocer una visión más cercana y amable de las civilizaciones griega y latina como fundamento de nuestra propia cultura, sino también animarlos a leer y comprobar que valores como la lealtad, la generosidad, el desprecio por la ambición o el respeto por los animales, tan desgraciadamente inusuales en nuestros días, aún pueden rescatarse en sus pequeños corazones.
!Enhorabuena y a por otro, Fernando!"
